Un mundo perfecto me parece una de las mejores películas de Clint Eastwood. Su aparente sencillez va dejando al descubierto, según avanza la película, un complejo entramado de emociones y sentimientos. Unos personajes a los que vamos cogiendo cariño irremediablemente y que van creciendo emocional y psicológicamente según avanza el metraje.
Kevin Costner está perfecto, y compone la que en mi opinión es la mejor interpretación de su carrera. Y es que Eastwood es un grandísimo director de actores.
Un mundo perfecto es una obra de una profundidad insondable. Una película que intenta llegar a los misterios de eso que llamamos alma. Y lo consigue. Y además logra hacernos reflexionar sobre nosotros mismos. Sobre nuestras creencias y nuestros comportamientos. Y es que las cosas no son siempre lo que parecen...
Un final antológico, redondo, definitivo y reconciliador termina de engrandecer esta "road movie" sobre un niño que, en pocos días, dejará de serlo. Un niño que aprenderá a ver la vida con sus propios ojos. Y a ser feliz. A pesar de todo.
Que grande es Clint...
El hombre de Boston
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