Las furias de Anthony Mann es una estupenda película. No es, en mi opinión, una obra maestra, pero si que es un título que está claramente infravalorado. Tal vez, debido a que es uno de los títulos de este magnífico autor, que no se encuentra entre los más conocidos y populares de cuantos filmó a lo largo de su carrera. Anthony Mann es, claramente, uno de los nombres indiscutibles, en lo que al género del western se refiere, de la historia del cine. Ahí están Winchester 73, Colorado Jim, Tierras Lejanas, El hombre del oeste, Horizontes Lejanos y El hombre de Laramie para dar fe de esta aserción.
Si no recuerdo mal, Las furias es el primer western de Mann, que comenzó rodando comedias musicales y películas de serie "B" policiacas y de cine negro. Es un western que merece ser visto, ya que en él podemos apreciar el enorme talento que poseía Anthony Mann a la hora de colocar la cámara y realizar los encuadres, integrando perfectamente a los personajes en la historia y en los escenarios donde se desarrollaba la acción de sus películas, habilidad ésta que llegaría a la perfección en posteriores títulos rodados por el director.
Nos encontramos ante una película realmente "fresca" y, en su momento novedosa, que ha soportado muy bien el paso del tiempo. Hasta entonces era muy difícil encontrar un western con protagonismo absoluto de una mujer. Y aquí nos hallamos ante la tesitura de que, las mujeres, no solo protagonizan la historia, sino que tiene la llave de las relaciones con los personajes y, sus comportamientos y decisiones, son los que hacen avanzar la trama. Todas los personajes femeninos están aquí fantásticos, pero especialmente Barbara Stanwyck y Judith Anderson (Sí. El ama de llaves de Rebeca). Hay que tener en cuenta que títulos emblemáticos del western donde la mujer adquiere el rol protagonista aún no se habían estrenado en la gran pantalla (lo harían en los años siguientes): Caravana de mujeres (1951, William A. Wellman), Encubridora (1952, Fritz Lang), Johnny Guitar (1954, Nicholas Ray)...
Como he comentado antes, la película no es perfecta, y es fácil encontrar algún que otro aspecto que desentona claramente con el resto del conjunto. Pero tiene muchos momentos de buen cine, realmente inolvidables. Como esos estallidos de violencia, imagino que audaces para la época, y que, aunque son narrados fuera de campo, resultan verdaderamente eficaces para transmitir ese clima de tensión y enfrentamiento al que están sometidos los protagonistas de la historia.
Lo mas destacable de este gran western, en mi opinión, es su exquisita fotografía, bellísima y continuamente presentando en pantalla una "suerte de sombras chinescas". Especialmente brillante es también es su portentoso guion. De principio a fin Las furias está repleta de líneas de diálogo memorables ("No cuente usted mentiras sobre mí y yo no contaré la verdad sobre usted...". O cuando una chica de Saloon se presenta a Barbara Stanwyck: "Cariño, soy nueva en este pueblo", a lo que Barbara responde "Cariño, usted no es nueva en ninguna parte...").
Y lo que menos me ha gustado es, sin duda, su final. Esa redención "repentina" de los personajes me parece muy poco creíble después de los acontecimientos que hemos contemplado en la pantalla. Sin duda es el "obligado" final feliz que la taquilla demandaba por entonces.
Terminaré diciendo que Las furias es, en realidad, un melodrama "revestido" con los ropajes de un western. Como le ocurría por ejemplo, a la mítica Duelo al sol de King Vidor. Y me ha recordado a un gran título patrio: Orgullo de Manuel Mur Oti. Otra película magnífica a la que le sucedía algo parecido: un drama o melodrama que trasladaba los cánones visuales y narrativos del western a la cultura española.
Como decía antes, Las furias es una película imperfecta pero de una gran belleza visual y muy digna de ser tenida en cuenta, con escenas, interpretaciones y situaciones que fácilmente dejan huella en cualquier corazón cinéfilo.
El hombre de Boston
Enlace Filmaffinity Las furias
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